El Deporte Maderense.

El haka... del que hablaba en el post pasado, imagino el temor de los guerreros, hacerse hombres (o humanos) ante la inminente pecaminocidad de la muerte... sembrar su contacto con su tierra, con su honor y aún así enfrentar al destino. Cosas que realmente valen la pena que crecen al espíritu.

Los que me conocen desde mis tiempos estudiantiles maderenses habrán de saber que siempre me ha gustado el voleibol, años y años de jugarlo y realmente son pocos con los que comparto el punto de vista y a los que admiro por su actitud en la cancha (aunque admire el juego de muchos, la actitud... se me vienen 3 o 4 a l a mente con los que tuve la oportunidad de jugar). Hoy, comenté abiertamente mi inquietud que en las grillas que se puedan dar, el que termina más lastimado es al final de todo... el voleibol, el juego... y a través de esa herida, pués termino en una desilusión de no haber provocado un cambio en alguién... ¿Como es posible que no se den cuenta que esto lo que requiere - antes que pensar en dineros o pequeñeses - es riqueza mental?.

¿Qué tiene que ver con el haka?

Recuerdo cuando soñaba de pequeño alcanzar la inmortalidad del momento a través de una entrega, del momento romátinco de la entrega en sí (me imaginaba en un universo alterno donde el campeonato nacional se celebraba en mi gimnasio... enfrente de mi gente, me nutría esa imagen). Realmente me molesta que el esfuerzo muchas veces se pierde en una nube de grilla... que crece por encima del esfuerzo físico, mental y del espíritu que el juego (como muchos otros deportes).

Escribo esto para expresar mis motivos y mi incondicionalidad al crecimiento humano que el deporte provoca.

Aprovecho para dar las gracias a todo aquel contrario que alguna vez he tenido en el otro lado de la cancha. Independientemente del resultado del partido, es un honor jugar en mi casa... y con mi gente - aunque no sea la final mundial -. Obvio, que el honor también se aplica con los que siempre me gusta compartir la cancha, los de mi equipo.

Dejémonos de querer ganar en la mesa, y crezcamos moralmente... en el juego, pués que esto nos sirva en todos los aspectos de la vida.

Propongo leer: El Anticristo de Friedich Nietszche, aplica en muchos lados... algunas veces

Y me gusta la forma de pensar del Mandela de Invictus.

Comentarios

  1. yo aun juego el super spike mi shegar... y sigo sin poder ganarle a los dela fuerza aerea del gabacho.

    ResponderEliminar
  2. Chingón el superspike... a mi me chingaban también esos cabrones (cuando podía ganarle a los rusos, esos me ponían una chinga)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos, siempre y cuando cumplan con las directivas del blog.
Las opiniones expresadas aquí son ajenas a Shegarlandia, trate ser educado... los comentarios ofensivos serán eliminados.

Entradas populares de este blog

La incomprendible y tenebrosa historia del Respeto

Dudas Históricas - Ilustres No Masones

Madera Empata la Serie